La otitis es uno de los principales problemas de salud que puedes padecer con el uso continuado de piscinas. Te enseñamos a prevenirla.
Las piscinas se utilizan muchísimo durante el verano, aunque lo cierto es que hay quien acude a ellas prácticamente todos los meses del año. En cuestiones de salud, la otitis es uno de los problemas que surgen frecuentemente, especialmente en los más pequeños. Se trata de una infección en el oído a causa del agua.
Es habitual en menores de 7 años, aunque puede aparecer en personas de cualquier edad. En verano, su aparición aumenta un 50%, algo lógico ya que el número de personas en piscinas también lo hace. Según un estudio, la otitis externa afecta a unas 40.000 personas al año en Europa.
Efectos
Un 70% de los niños ha padecido otitis externa en algún momento de su infancia, y los efectos que tiene son supuración y dolores agudos en el oído. Puede llegar a ser muy molesto, y los niños al ser más sensibles la sufren y lloran mucho más que los adultos. En casos extremos puede llegar a haber pérdida de audición.
¿Cómo prevenirla?
Lo primero que recomiendan los especialistas es que tengamos siempre los oídos secos y limpios, por lo que después de cada baño hay que secarlos con una toalla suave y con cuidado. El conducto auditivo no debe manipularse, así que evita meter en él bastoncillos, algodones o similares; si hay un tapón de cerumen que no se puede quitar en una limpieza básica, acude al médico para que lo haga con las herramientas adecuadas.
A la hora de nadar es muy importante utilizar tapones, más aún si son a medida ya que la principal causa de la otitis es que entre mucha agua en el oído durante mucho tiempo. Evita nadar en aguas sucias o contaminadas.
Como ves, prevenir esta infección es muy sencillo, y te ahorras un problema futuro que puede llegar a ser grave.
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