En la mayoría de las fábricas y en concreto en las plantas de la industria de procesos, se emplea una gran cantidad de agua ya sea como parte de la fabricación del proceso, o bien como servicios auxiliares de la planta (refrigeración, agua para calderas, etc).
En muchos casos, el diseño de la planta se realiza no teniendo en cuenta una minimización del consumo de agua, lo que se acaba traduciendo en ingentes cantidades de agua utilizadas de forma innecesaria. En los procesos que se contamina el agua además se requiere de un tratamiento posterior para eliminar los contaminantes, que en muchos casos se realiza en la planta, y por tanto añadiendo un coste adicional.
Para evitar todo este gasto, es importante realizar una optimización en el diseño para minimizar los consumos y las corrientes de vertidos. La integración de procesos propone aprovechar las corrientes internas del proceso tanto por su energía, como por su composición.
Integración energética
Su objetivo es disminuir el aporte energético al proceso, bien sea reduciendo el aporte de utility para calentar corrientes (vapor, aceites calientes) o reduciendo el aporte de utility para enfriar corrientes, que generalmente será “cooling water”. En muchas grandes industrias se está empleando esta estrategia que consiste en establecer redes de intercambiadores de calor entre las propias corrientes de proceso. El ahorro en el coste de las corrientes auxiliares mencionadas puede ser muy grande, evitando así el uso innecesario de agua para refrigeración.
Integración másica
Esta metodología tiene como objetivo aprovechar todas las entradas y salidas del proceso, disminuyendo al máximo las corrientes de vertido y las entradas de materia prima nueva al proceso. Para ello, intenta recircular o reciclar las corrientes de vertido a otros equipos del proceso en los que puedan ser admitidos.
Tiene especial aplicación en procesos que contienen corrientes acuosas con contaminantes y que mediante su estrategia de optimización se obtienen redes más eficientes que minimizan las corrientes de residuo y minimizan el aporte de agua “fresca” al proceso.
Conclusiones
La implementación de estas metodologías no son sencillas ya que requieren de análisis y empleo de software avanzado y además, cuanto mayor es el nivel de integración que se establece en un proceso, cualquier perturbación en algunas de las corrientes dificulta el control del proceso.
Sin embargo, merece la pena su implementación por el gran ahorro de agua que supone, y por tanto un menor coste asociado también. Esto no es más que aplicar los principios de la economía circular al diseño de procesos. ¿Para qué pagar en producir vertidos?
Comentarios