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colaboradorJ.A.R.P

Tipos de depuradoras para piscinas

Tener una piscina en casa va íntimamente ligado a su limpieza y mantenimiento, lo que implica que tendremos que invertir mucho tiempo para tenerla en óptimas condiciones.


Hay que tener en cuenta que los equipos de depuración de piscinas no solo cumplen con la función de mantener el agua limpia, sino que también acostumbran a ser útiles para descalcificar el agua.


Disfrutar de una piscina en casa tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes, pues implica tiempo y dinero para que su limpieza y mantenimiento permitan el baño en condiciones de salud aceptables.





En este sentido, la depuradora de la piscina es un elemento clave para nadar con seguridad, ya que hace posible que el agua esté libre de impurezas y de restos de suciedad, así como que se distribuyan de manera correcta los productos empleados en su mantenimiento. Además, esta instalación es también útil para descalcificar el agua, lo cual evita los problemas que la acumulación de cal puede generar en la piscina, sobre todo en las paredes y los filtros. Para ello, suelen contar con una botella en forma de tubo con resina, un depósito de sal y un cabezal con válvulas que son las que regulan la entrada y la salida del agua. La resina recoge la cal y luego la elimina por el desagüe. Por tanto, gracias a la depuradora podemos ahorrar hasta un 20 % de dinero en reparaciones, ya que los equipos funcionarán mejor.


Por si todo ello no fuera suficiente, una correcta depuración del agua nos permite ahorrar un 40 % en productos químicos de limpieza, razón de más para elegir la adecuada a nuestra piscina.


Tipos de depuradoras

A día de hoy podemos encontrar distintos tipos de depuradoras de piscinas que nos permiten ahorrar tiempo y dinero en la limpieza de la piscina. Son muy similares pero no iguales. Así, tenemos las siguientes:


  • Depuradoras de hipoclorito o dicloro. Son las más comunes y emplean el hipoclorito sódico o dicloro para disfritar del agua limpia y mantener a raya el nivel de cloro. Se recomienda esta depuradora en aquellas piscinas que se encuentran en zonas donde abundan la vegetación o que están rodeadas de césped.






  • Depuradoras de dosificación automática. Como su propio nombre indica, añaden al agua cloro y regulador de pH por medio de unas bombas para conseguir que los niveles de la piscina sean los correctos. Estos productos deben haber sido añadidos por nosotros en las cantidades exactas.







  • Depuradoras de ionización cobre-plata. Estos equipos funcionan con un sistema de ionización cobre-plata que potencia el rendimiento de los filtros, lo que se traduce en una piscina más limpia y un agua más transparente. Es la instalación perfecta para aquellas piscinas que tienen problemas de algas o que suelen ponerse verdes. También para aquellas piscinas donde el agua suele enturbiarse con facilidad.




¿Qué debemos tener en cuenta para elegir la depuradora?


Para que la depuradora cumpla con su función debe permanecer en funcionamiento entre 6 y 8 horas diarias. De este modo, limpiará el agua, filtrará las impurezas, extenderá los productos químicos que hayamos vertido y mantendrá el agua libre de cal que pueda estropear los equipos de filtración. La depuración puede ser manual o automática. En el primer caso, seremos nosotros los que vertamos en el agua los productos necesarios para que pueda disfrutarse del baño con seguridad. Si escogemos la depuración automática, los productos se añaden en el agua según sean los niveles de la piscina, los cuales se miden por medio de una sonda.


Además de la máquina, hay otros elementos que son igual de importantes: uno de ellos es el que atañe al producto químico de depuración. El más conocido y empleado es el cloro, pero suele provocar irritación en las vías respiratorias, malestar en los ojos y otros problemas. Por eso, cada vez es más habitual encontrar piscinas que emplean el ozono. Se trata de un producto seguro para los bañistas (aunque el 5 % de este sistema de depuración use el cloro, es tan mínima la cantidad frente al 95 % del ozono que las personas apenan lo notan). Actúa mucho más rápido que el cloro y funciona también como antialgas y floculante, lo que nos permitirá ahorrar dinero en la compra de estos productos.


Del mismo modo, hay que prestar atención al filtro que tiene la piscina. Como en el caso de las depuradoras, en las tiendas especializadas en piscinas podemos encontrar distintos tipos de filtro según el material filtrante y el volumen de agua que tenga la piscina. Esto último será lo que determine el diámetro del filtro. En cuanto a los materiales, podemos optar por el tradicional filtro de arena o elegir un filtro de vidrio, diatomeas, zeolitas, fibalon… La arena es el material más económico, por eso es el que mayoritariamente se emplea. Y es que el importe para cambiar el material filtrante oscila entre los 200 y los 300 euros en función del tamaño del filtro.


Finalmente, un tercer elemento que determina la elección de la depuradora es el motor, ya que este es el encargado de llevar el agua al sistema de filtrado y de que salga después limpia. Hay que elegir uno que sea capaz de mover el volumen de agua de la instalación para que pase por la depuradora. Por tanto, también en este caso, hemos de adecuarlo a la capacidad de la piscina.


Con todos estos datos, podremos escoger el tipo de depuradora que mejor se adapte a nosotros.


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